Mi Vida Como Pastor

Cónoce mi Historia y a mi familia

En 1979, mi padre fue asesinado durante la guerra civil salvadoreña, y un año después, en circunstancias desesperadas, mi madre emigró y me dejó cuando yo tenía 9 años y mi hermano 7. Crecí en pobreza y soledad, yo creía en Dios, pero mi relación con Él era de amargura y odio, a los 17 años estuve una profunda depresión y traté de suicidarme, fallé pero un nuevo sentimiento se apoderó de mí, el MIEDO y por primera vez le dije a Dios, muéstrame que estoy equivocado, muéstrame que me amas, muéstrame que te preocupas por mí y ayúdame.
 
Dos meses después, un primo y su novia vinieron a mi escuela secundaria para compartir el Evangelio y eso me llevó a un camino de entendimiento de que Dios me amaba, se preocupaba por mí, al grado que había dado a Su Hijo en sacrificio por mí.
 
Desde ese momento Dios comenzó a reconstruir mi vida a través de Su Palabra, la oración y la amistad con otros creyentes. Dios me enseñó a soñar con un futuro lleno de esperanza y con el deseo de contarle a otros acerca de Jesús. Diez años después pude guiar a mi mamá y a mi hermano al perdón que Dios nos da a través de Cristo

El Llamado de Dios

Plantar una iglesia en Los Angeles

Después de la guerra civil, que golpeo a los salvadoreños desde los años 70 hasta bien entrados los 90, después de la gran migración donde 2 millones de viudas y huérfanos huyeron del país, surgió una nueva fuente de dolor, las pandillas o maras. Para 2018 se estimó que había 70.000 pandilleros que ejecutaron asesinatos, secuestros, extorsiones, etc. Creando desempleo, terror y familias rotas, esta realidad continuo obligando a las personas a huir a países más seguros. Caravanas enteras de familias se embarcan en un arriesgado viaje por México para solicitar la condición de refugiados en Estados Unidos.
 
Ha sido doloroso ver a muchas de las familias que hemos alcanzado a través de proyectos de la iglesia y la comunidad huir a los EE. UU. Europa o América Central, en muchos de los casos separándose de sus familias y arriesgándose en el camino a la muerte y la esclavitud en manos de los narcotraficantes. Algunos que lograron  llegar a su destino nos cuentan lo difícil que es conseguir un trabajo, un techo, un automóvil, una licencia de conducir o inscribir a un niño en la escuela.
 
Dios nos mostró a su pueblo, los inmigrantes, los refugiados que están sufriendo y nos llamó a plantar una iglesia que los comprenda, que les dé apoyo y comunidad, una iglesia que los visite oportunamente para llenar sus necesidades. Y resulta que Los Ángeles es un epicentro donde la mayoría intenta llegar debido a la política, cultura, y la comida  latinas.

Creemos que Dios nos llamó, porque hemos experimentado la pérdida de la familia a causa de la inmigración, y conocemos a creyentes que experimentaron el dolor de dejar atrás a su familia. Los Ángeles tiene una población de 9 millones de latinos. Esto es más grande que la población de cualquier país de Centro América. 1,1 millones de esos 9 millones, son salvadoreños. Entonces, será como estar en casa
En 2019 mi esposa y yo fuimos a espiar la tierra. Vimos la necesidad, gigantesca en proporciones, la disparidad entre la riqueza y la pobreza entre los locales y los inmigrantes. La necesidad va desde: Vivienda, el idioma, la adaptación cultural, el transporte y una comunidad que les dé apoyo cuando aterrizan en Los Ángeles con una bolsa de plástico y un trozo de papel recortado que los identifica como refugiados.
 
Líderes, empresarios y refugiados, nos dijeron que la ayuda de latinos como nosotros haría una gran diferencia, debido al idioma, la confianza y porque se sienten avergonzados de estar en otro Pais.
 
Mi familia y yo creemos que Dios nos ha estado preparando toda nuestra vida para dar este paso de fe, y fue por este momento que sufrimos tantas cosas en el pasado. Ser quebrantados y consolados para que podamos consolar a otros. Fui nombrado pastor a los 23 años en el Movimiento de Iglesias de la Gran Comisión, estaba soltero cuando planté la primera iglesia, y con Silvia hemos sido parte del equipo plantador de dos iglesias más. Mi esposa renunció a su trabajo como Decano de la Facultad de Odontología en una universidad local para iniciar el CDI o mejor conocido como Centro de Desarrollo Infantil, cuidando y luchando por los más vulnerables, ahora más de 350 niños están protegidos, atendidos y están creciendo. en fe, valores y educación. Ahora estamos listos para confiar en Dios una vez más y continuar en la aventura de obedecer a Dios amando a otros en vulnerabilidad y que necesitan a Cristo

Juntos podemos hacerlo

Dimos un paso de fe confiando en que Dios te usará como nuestro equipo

A pesar de estas comodidades, hemos tomado la decisión de hacer maletas y mudarnos con alegría a para comenzar de nuevo en un lugar que no conocemos, con gente que no nos conoce, Parece una historia repetida que sucedió en la Biblia hace miles de años y que muchos, como nosotros, han caminado desde entonces. Dios nos ha hablado que estará con nosotros, que nos llevará a la gente que está desesperada y llorando. Y como nos ha usado antes, nos volverá a usar de nuevo.
Nuestra convicción es compartir las buenas nuevas de Jesucristo entre una población que realmente necesita escucharlas, hacer discípulos, empoderar a líderes y activistas y, con la bendición de Dios, plantar una semilla que posiblemente se replicará entre otras poblaciones hispanas en los Estados Unidos.

Conoce como Apoyarnos

Estás son tres maneras a través de las cuales tu puedes apoyar la plantación de la Iglesia y el Centro Comunitario en L.A.

1. Donando para nuestro salario.

El Salario es evaluado y ofrecido por Reliant (Organización sin fines de lucro que apoya a iglesias u organizaciones a enviar Misioneros a la plantación de iglesias.  Y según la evaluación de RELIANT. Es un salario suficiente para ganarse la vida en L.A.

2. Donando para Gastos Misniteriales

Nos puedes apoyar los primeros años con los gastos del ministerio de la iglesia y el Centro de Comunitario. (Equipo de video, sonido, sillas, computadora para medios proyector. Etc. Puedes ver una lista de necesidades haciendo clic aquí.

3. Apoyando con Equipos Misioneros

  • Si eres un pastor o líder de misiones en tu iglesia, puedes enviar equipos misioneros para servir, evangelizar, trabajar y apoyar nuestras actividades de servicio y alcance a la comunidad Hispana. 
  • Si eres un miembro, puedes involucrarte en un grupo Misionero

En San Salvador, los equipos misioneros hicieron una diferencia alcanzando y ministrando a líderes, estudiantes universitarios, estudiantes de secundaria, creando una comunidad de fe alegre donde los no creyentes se sienten atraídos.